Cuando compruebas tus redes sociales, tu cuenta de correo electrónico o miras un video por internet, gastas agua.
Eso, porque estás recibiendo información de un centro de procesamiento de datos de alguna parte del mundo. Y esos espacios -que en Latinoamérica también se conocen como centros de cómputo- alojan computadoras que desprenden calor y consumen grandes cantidades de energía.
Según revelaron investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) el año pasado, podríamos estar gastando hasta 200 litros de agua en la descarga de un sólo gigabyte (GB) de datos.
La cifra es preocupante. Sobre todo si tenemos en cuenta que, solamente en 2015, el gasto promedio de celulares inteligentes en Estados Unidos la cifra mensual alcanzó los 3,7 GB, de acuerdo con un informe de la compañía de telecomunicaciones Ericsson.
Los investigadores dicen que la razón responde al proceso fundamental de mantener los centros de datos refrigerados.
Y también a la producción de las grandes cantidades de energía que permiten mantener operativas las instalaciones.
Pero antes de alarmarse y tirar el router por la ventana, conviene tener en cuenta un apunte de uno de los investigadores del Imperial College, Bora Ristic.
Tal y como Ristic le contó a la BBC, existe "un amplio grado de incertidumbre" en esa cifra (la del gasto de agua por GB) y podría en realidad de un litro por GB.
Pero el informe permitió poner de relieve la huella hídrica, el impacto ambiental relacionado con el gasto de agua de los centros de computación. Y ahora está investigando.
"Es muy poco probable que cambie el comportamiento del consumidor; lo que hay que cambiar es el comportamiento de quienes gestionan los centros de datos", sostiene Thompson.
Fuente:http://www.bbc.com/mundo/noticias
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